Cada nuevo año fiscal en España comienza con la obligación de cumplir con ciertos pagos fiscales que garantizan el funcionamiento adecuado de las obligaciones tributarias. Entre estos, el primer impuesto que deben afrontar tanto empresas como autónomos es el pago fraccionado del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o el Impuesto sobre Sociedades (IS), dependiendo del tipo de contribuyente.
Estos impuestos son fundamentales para mantener la actividad económica en regla y evitar sanciones futuras.
1. El IRPF para autónomos: primer paso del año
Los autónomos están obligados a realizar pagos fraccionados del IRPF cada trimestre, siendo el primero en enero, correspondiente a los ingresos del último trimestre del año anterior (octubre-diciembre). Este impuesto permite al Estado recaudar una parte proporcional de los ingresos generados por los autónomos antes de la declaración final anual.
¿Por qué se paga? Se paga como adelanto del impuesto final sobre los beneficios obtenidos, evitando que la carga fiscal sea muy elevada en la declaración anual.
¿Cómo se calcula? El autónomo debe declarar el 20% de los beneficios netos (ingresos menos gastos) del trimestre.
2. Impuesto sobre Sociedades: un tributo clave para las empresas
Para las empresas, el Impuesto sobre Sociedades (IS) es el gravamen más relevante. Aunque el pago anual se realiza en julio, las empresas deben efectuar pagos fraccionados en abril, octubre y enero, siendo este último el primer compromiso fiscal del año.
¿Por qué se paga? Este impuesto grava los beneficios obtenidos por las sociedades y es esencial para la financiación pública.
¿Cómo se paga? Se calcula en función de los resultados del ejercicio anterior y los beneficios acumulados.
3. La importancia de cumplir con el IVA
Otra obligación ineludible es la declaración y liquidación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), cuyo primer pago del año también se realiza en enero, con relación al cuarto trimestre del año anterior.
¿Por qué se paga? El IVA es un impuesto indirecto sobre el consumo, y las empresas y autónomos actúan como intermediarios recaudando este impuesto para el Estado.
¿Cómo se calcula? Es la diferencia entre el IVA repercutido a los clientes y el IVA soportado por los gastos.
4. ¿Por qué contratar una asesoría fiscal para el nuevo año?
Iniciar el año fiscal con una asesoría fiscal especializada como Grupo Gesta te ofrece múltiples ventajas:
Evita errores y sanciones: Las normativas fiscales cambian constantemente y contar con expertos garantiza que tus obligaciones estén siempre al día.
Optimización fiscal: Un asesor puede ayudarte a maximizar deducciones y beneficios fiscales, reduciendo tu carga tributaria.
Ahorro de tiempo: Delega la gestión fiscal para centrarte en el crecimiento de tu negocio.
Asesoramiento continuo: Con un equipo especializado disponible 24/7, como en Grupo Gesta, tendrás tranquilidad ante cualquier duda o requerimiento fiscal.
Prevención de imprevistos: Una buena planificación fiscal anticipa posibles dificultades y permite ajustar estrategias a lo largo del año.
El primer impuesto del año es más que una obligación, es una oportunidad para establecer una base sólida en la gestión de tu negocio. Contar con una asesoría fiscal profesional te permite comenzar el año con tranquilidad, asegurando el cumplimiento de la normativa y optimizando tus recursos. En Grupo Gesta, te ofrecemos un servicio integral y personalizado para que tus preocupaciones fiscales queden en manos de expertos.
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